A LAS PUERTAS DE LA SEGUNDA REFORMA LABORAL

Fuente DEIA.

La segunda reforma laboral que prepara el Gobierno de Mariano Rajoy va tomando cuerpo. No será tan amplia como la aprobada hace casi dos años y que tocó prácticamente todas las patas de la regulación laboral, pero sí más incisiva. El Ejecutivo trabaja sobre tres ejes principales con la intención de seguir impulsando el empleo de baja calidad. Se reducirán los tipos de contrato a media docena -básicamente indefinidos, temporales y de prácticas-, se empeorarán las condiciones del empleo a tiempo parcial y se volverá a tocar la negociación colectiva para seguir restando capacidad de cobertura a los convenios de sector.

El ministro de Economía, Luis De Guindos, avanzó ayer por dónde irá la nueva reforma del mercado de trabajo que exige Bruselas, y que supone una continuación de la anterior aunque se profundizará en algunos de sus puntos clave. La filosofía es reforzar la apuesta por el empleo temporal y mal remunerado para activar la contratación. Se trata de medidas pensadas para lograr un efecto sobre las estadísticas a corto plazo, y sobre todo para suavizar las abultadas cifras de paro juvenil.

El Gobierno del PP hace suya así la máxima ya defendida por algunos líderes de la patronal española de que es mejor trabajar con un contrato de cuatro o cinco horas al día y de manera eventual que estar en el paro. Bajo esta premisa, que en definitiva supone avanzar hacia el modelo alemán de minijobs -el ministro volvió a negar ayer que se quieran impulsar los miniempleos-, el Ejecutivo de Rajoy centra su segunda reforma en "flexibilizar", es decir, hacer más atractivo para el empresario, el contrato a tiempo parcial. Para ello se introducirán en esta modalidad laboral diversas medidas no concretadas ayer aunque ya se conoce alguna como la extensión del periodo de un año de pruebas y sin derecho a indemnización por despido. La reforma aprobada en 2012 introdujo el llamado contrato indefinido de apoyo a emprendedores, con este periodo de un año de despido gratis para empresas de menos de 50 trabajadores con jornada completa, y que ahora se podrá aplicar también a los empleados a tiempo parcial.

El Gobierno busca dar un nuevo empujón a este tipo de contrataciones con jornada parcial, que ya han aumentado de forma considerable a raíz de que se autorizase a estos empleados a realizar horas extras -hasta hace unos meses era algo no permitido de manera formal-.

De Guindos también hizo referencia ayer a un segundo cambio importante para reducir de forma sustancial del tipo de contratos en vigor. Es una reclamación histórica de la patronal española que permitirá dejar el total de contratos en media docena. En concreto, el Ejecutivo ya había avanzado que tenía intención de dejar las relaciones laborales en cinco modalidades básicas que son las que más se utilizan actualmente: indefinida, temporal, de relevo, en prácticas y de formación. Esto permitirá, según el Gobierno, ahorrar trámites a las empresas a la hora de contratar a un trabajador y acceder a las bonificaciones.

Como tercer eje de la próxima reforma, De Guindos avanzó ayer cambios "de segunda generación" en la negociación colectiva. El ministro no aclaró nada más pero el apunte sí adelanta que la reforma será más amplia de lo esperado. Hasta ahora las reformas relativas a la negociación colectiva han ido dirigidas a restar capacidad de cobertura a los convenios, bien reduciendo su periodo de vigencia o bien estableciendo facilidades para incumplirlos. Asimismo, se han dado pasos para centrar la negociación de las condiciones de trabajo en las empresas en detrimento de los acuerdos sectoriales, por lo que es de esperar que esta vuelta de tuerca vaya en la misma dirección.

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